el azor común.
Entre las rapaces de nuestra fauna, el Azor Común y el Halcón Común son temibles y feroces cazadores. El Azor Común, maestro en el ataque por sorpresa, se revela especialmente rápido y preciso. Por otro lado, su morfología se presta bien a esta técnica de caza. Su talla y su potencia le permiten capturar especies de tamaño medio, y su larga cola constituye un timón muy eficaz para efectuar bruscos cambios de rumbo cuando persigue a sus víctimas por el aire.
Huésped de los grandes macizos forestales, establece sus terrenos de caza en los linderos, en los amplios calveros y en los campos salpicados de setos. Emboscado en una rama – su discreta librea le asegura un excelente camuflaje –, espera pacientemente que una presa se mueva en la vecindad. Llegado el momento, abandona su retiro y se lanza sobre su víctima antes de que ésta tenga tiempo de huir.
El Azor Común está en vías de desaparición. Sin embargo, contribuye a limitar el número de Arrendajos, Urracas, Cuervos y Palomas, sus presas favoritas.
Por su especial facilidad para la caza en terrenos boscosos, el Azor Común ha sido desde antiguo una de las rapaces favoritas de los cetreros.
Identificación: Por encima, pardo-grisáceo apizarrado; ceja clara; por debajo blanco, rayado en la garganta, barrado en el vientre pardo negruzco; subcaudales blancas; cola barrada de oscuro; pico oscuro con cera amarilla; patas amarillas; iris amarillo anaranjado. La hembra es más corpulenta que el macho.
Nidificación: Nido construido sobre uno viejo de córvido o de rapaz; puesta de abril a mayo; 3 a 4 huevos azulados; incubación, sólo por la hembra, de 35 a 41 días; los pollos abandonan el nido tras 40 días.
Alimentación: Ardillas, liebres, conejos, topillos, arrendajos, córvidos, palomas, perdices, estorninos, zorzales, mirlos.
Entre las rapaces de nuestra fauna, el Azor Común y el Halcón Común son temibles y feroces cazadores. El Azor Común, maestro en el ataque por sorpresa, se revela especialmente rápido y preciso. Por otro lado, su morfología se presta bien a esta técnica de caza. Su talla y su potencia le permiten capturar especies de tamaño medio, y su larga cola constituye un timón muy eficaz para efectuar bruscos cambios de rumbo cuando persigue a sus víctimas por el aire.
Huésped de los grandes macizos forestales, establece sus terrenos de caza en los linderos, en los amplios calveros y en los campos salpicados de setos. Emboscado en una rama – su discreta librea le asegura un excelente camuflaje –, espera pacientemente que una presa se mueva en la vecindad. Llegado el momento, abandona su retiro y se lanza sobre su víctima antes de que ésta tenga tiempo de huir.
El Azor Común está en vías de desaparición. Sin embargo, contribuye a limitar el número de Arrendajos, Urracas, Cuervos y Palomas, sus presas favoritas.
Por su especial facilidad para la caza en terrenos boscosos, el Azor Común ha sido desde antiguo una de las rapaces favoritas de los cetreros.
Identificación: Por encima, pardo-grisáceo apizarrado; ceja clara; por debajo blanco, rayado en la garganta, barrado en el vientre pardo negruzco; subcaudales blancas; cola barrada de oscuro; pico oscuro con cera amarilla; patas amarillas; iris amarillo anaranjado. La hembra es más corpulenta que el macho.
Nidificación: Nido construido sobre uno viejo de córvido o de rapaz; puesta de abril a mayo; 3 a 4 huevos azulados; incubación, sólo por la hembra, de 35 a 41 días; los pollos abandonan el nido tras 40 días.
Alimentación: Ardillas, liebres, conejos, topillos, arrendajos, córvidos, palomas, perdices, estorninos, zorzales, mirlos.
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